Una fuente es más que una reserva.
No se agota tras un sorbo ni después de una semana: fluye, constante y clara. Con una Fuente Dorada pasas a formar parte de mis raíces artísticas. Tu aporte no es solo un apoyo, sino un verdadero fundamento sobre el que puedo seguir construyendo. Una fuente no solo me regala a mí, sino también a mis cuadros, el espacio que necesitan: tiempo, calma, profundidad.

¿Por qué Leche Dorada?
La Leche Dorada es sanación, fuerza y amparo.
Una fuente de ella es como una promesa: que mi camino artístico no se secará, sino que será nutrido, incluso en tiempos en los que la duda o lo cotidiano parecen sobreponerse. Con tu fuente llenas mis tazas, pero también mis lienzos, mis pensamientos, mi valentía. Me ayudas a mantener mi ritmo, y en ese ritmo a dejar que nazca un nuevo arte que vuelva a salir al mundo.

Un agradecimiento para ti
Como fuente puedes esperar más que palabras.
Por eso te envío un agradecimiento personal y escrito a mano, acompañado de un mini-print exclusivo desde mi taller, solo para ti. No es un producto de masas, ni una impresión más, sino un pequeño y silencioso regalo. Para que no solo leas que me has apoyado, sino que también lo puedas sostener con tus manos.